
Técnica oriental, con sus orígenes en la ceremonia del te, donde las piezas se ponen a cocer en un horno pequeño y una vez llegada a una temperatura se sacan, en estado de incandescencia y se depositan cuidadosamente en un recipiente lleno de viruta de madera. El contacto con este medio lo incendia y se genera una enorme cantidad de humo que penetra en la pieza y entra a hacer parte de ella. Los esmaltes reaccionan con el humo y el calor, convirtiendo los óxidos en metales. Luego de varios minutos, el proceso químico se fija bajando bruscamente la temperatura con agua. Se obtienen al final tonalidades, texturas, matices y colores fascinantes y nunca iguales de una pieza a otra, que pueden ser desde rojos metalizados hasta craquelados, nacarados y tornasoles característicos de esta técnica.
Temporalización:
Concepto del Rakú y comienzo del modelado de nuestras piezas.
Modelado y secado de piezas
3 y 4. Cocción de las piezas
Número de alumnos: 15
Lugar: Patio posterior de la Casa de la Cultura
Monitora: Raquel Eidem Blázquez
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